LA REGIÓN
Masajes, yoga e informática son los servicios del Banco de Tiempo con una mayor demanda.
Susana Prieto - 04-12-2009
Susana Prieto - 04-12-2009
Masajes terapéuticos, clases de flauta, gaita e informática, yoga y manicura, son los servicios más demandados por las 23 personas inscritas de los que se ofertan en el Banco de Tiempo de Verín, una iniciativa que permite a los ciudadanos disfrutar de servicios sin realizar ningún tipo de desembolso económico pues se financian con un intercambio de tareas. En tan sólo dos meses de funcionamiento, su actividad está resultando un éxito a diferencia de otras localidades gallegas. El 74% de los inscritos son mujeres.
El Banco de Tiempo de Verín ya cuenta con 23 personas inscritas que ofertan y demandan servicios cuya moneda de cambio no es el euro sino un intercambio de tareas que se mide por horas. Las labores más demandadas, y que los usuarios ya están disfrutando, son los masajes terapéuticos, clases de flauta, gaita e informática, yoga y manicura. No obstante, el Banco de Tiempo también oferta horas de clases de cocina ecológica, de gallego e inglés, apoyo escolar a los niños y reparaciones domésticas, entre otras.
Sara Soto, trabajadora social, y Natalia Diz, educadora, son las responsables del Banco de Tiempo. Afirman que ‘ya se están realizando intercambios. Por ejemplo, tenemos una persona que es fisioterapeuta y que realiza masajes y a cambio obtiene un cheque que le da derecho a disfrutar de otro servicio que quiera ofertado en el banco’. De las 23 personas apuntadas, un 74 por ciento son mujeres y la mitad son inmigrantes. ‘Son personas muy participativas y dinámicas, de tal modo que en Verín, a diferencia de otras localidades gallegas donde nos comentan que el servicio no cuaja, está resultando un éxito’, dice Sara Soto.
Objetivos
Afirma que el Banco de Tiempo es un sistema que ‘puede ayudar a sobrellevar la crisis, pero nunca suple a un trabajo remunerado’. Además, aclara que el propósito es que los usuarios o socios del Banco de Tiempo lleguen a gestionarlo ellos mismos sin necesidad de que el Concello contrate personal. ‘Tenemos una reunión con las personas inscritas una vez al mes para que se conozcan pues si dejas tus hijos, por ejemplo, en manos de uno de ellos para que les de clases, lógicamente necesitas saber con quién los dejas. Son los socios del Banco de Tiempo los que reciben y dan servicios y, por tanto, la confian za es importante’, detalla Sara Soto. En este sentido, cita que también se realizan actividades. Así, elaboran su propio blog, un boletín informativo y programan excursiones. De hecho, en las próximas semanas tienen previsto desplazarse hasta Vedra (Santiago) para conocer a los socios del Banco de Tiempo de dicha localidad que también visitarán la villa verinense. Además, precisa que habrá reuniones informativas sobre este servicio con trabajadores sociales de la comarca para promocionarlo.
’Unos aprenden de otros’
El Banco de Tempo irá ampliando servicios a medida que se vayan
inscribiendo más ciudadanos ya que personas que solicitan tareas que no están ofertadas. ‘Tenemos una demanda de clases de violín que no se puede cubrir pues no hay oferta por eso le recomendamos a las personas que se apuntan al banco que demanden más de un servicio’, dice la trabajadora social Sara Soto. Además, precisa que ‘cuando una persona hace una tarea y a cambio tiene que recibir otra, no se produce el intercambio de forma inmediata. Es decir, se le da un talón con las horas a las que tiene derecho para que lo disfrute el día que quiera’.
El próximo 16, los 23 socios mantendrán la reunión mensual durante la que programar una actividad artesanal, la elaboración de billeteros. ‘Una de las personas inscritas será la que enseñe al grupo a elaborarlos. Los conocimientos de las personas que ofertan y demandan los servicios se transmiten, unos aprenden de otros’, apuntó.
El Banco de Tiempo de Verín ya cuenta con 23 personas inscritas que ofertan y demandan servicios cuya moneda de cambio no es el euro sino un intercambio de tareas que se mide por horas. Las labores más demandadas, y que los usuarios ya están disfrutando, son los masajes terapéuticos, clases de flauta, gaita e informática, yoga y manicura. No obstante, el Banco de Tiempo también oferta horas de clases de cocina ecológica, de gallego e inglés, apoyo escolar a los niños y reparaciones domésticas, entre otras.
Sara Soto, trabajadora social, y Natalia Diz, educadora, son las responsables del Banco de Tiempo. Afirman que ‘ya se están realizando intercambios. Por ejemplo, tenemos una persona que es fisioterapeuta y que realiza masajes y a cambio obtiene un cheque que le da derecho a disfrutar de otro servicio que quiera ofertado en el banco’. De las 23 personas apuntadas, un 74 por ciento son mujeres y la mitad son inmigrantes. ‘Son personas muy participativas y dinámicas, de tal modo que en Verín, a diferencia de otras localidades gallegas donde nos comentan que el servicio no cuaja, está resultando un éxito’, dice Sara Soto.
Objetivos
Afirma que el Banco de Tiempo es un sistema que ‘puede ayudar a sobrellevar la crisis, pero nunca suple a un trabajo remunerado’. Además, aclara que el propósito es que los usuarios o socios del Banco de Tiempo lleguen a gestionarlo ellos mismos sin necesidad de que el Concello contrate personal. ‘Tenemos una reunión con las personas inscritas una vez al mes para que se conozcan pues si dejas tus hijos, por ejemplo, en manos de uno de ellos para que les de clases, lógicamente necesitas saber con quién los dejas. Son los socios del Banco de Tiempo los que reciben y dan servicios y, por tanto, la confian za es importante’, detalla Sara Soto. En este sentido, cita que también se realizan actividades. Así, elaboran su propio blog, un boletín informativo y programan excursiones. De hecho, en las próximas semanas tienen previsto desplazarse hasta Vedra (Santiago) para conocer a los socios del Banco de Tiempo de dicha localidad que también visitarán la villa verinense. Además, precisa que habrá reuniones informativas sobre este servicio con trabajadores sociales de la comarca para promocionarlo.
’Unos aprenden de otros’
El Banco de Tempo irá ampliando servicios a medida que se vayan
inscribiendo más ciudadanos ya que personas que solicitan tareas que no están ofertadas. ‘Tenemos una demanda de clases de violín que no se puede cubrir pues no hay oferta por eso le recomendamos a las personas que se apuntan al banco que demanden más de un servicio’, dice la trabajadora social Sara Soto. Además, precisa que ‘cuando una persona hace una tarea y a cambio tiene que recibir otra, no se produce el intercambio de forma inmediata. Es decir, se le da un talón con las horas a las que tiene derecho para que lo disfrute el día que quiera’.
El próximo 16, los 23 socios mantendrán la reunión mensual durante la que programar una actividad artesanal, la elaboración de billeteros. ‘Una de las personas inscritas será la que enseñe al grupo a elaborarlos. Los conocimientos de las personas que ofertan y demandan los servicios se transmiten, unos aprenden de otros’, apuntó.
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